Pet Wool está hecha con fibras de poliéster muy ligeras, que se someten a un proceso de compactación a baja temperatura (160 ° C a 180 ° C) y presión. El agua y cualquier tipo de resina o cualquier componente volátil no se utiliza, lo que garantiza una estabilidad mucho mayor y mantiene el comportamiento acústico y térmico durante un período de tiempo indefinido, además de ser ecológicamente correcto y sostenible.